Mientras duermes tus sueños florecen.

Alguna vez tuve la oportunidad de verte soñando, de ver tu jardín creciendo por tu espalda como las julietas.
De alguna forma quería ser parte de ello, de tus sueños de papel china, estar ahí recostado contigo en ese infinito jardín suspendido, que me dejaras entrar a ese lugar escondido bajo tierra lleno de vegetación sensorial
Pero solo te vi recostado echando raíces por todo tu cuerpo, moviéndolo al ritmo de tu imaginación.

Edimburgo

Durante mas de un mes mi piel se torno roja, me absorbieron montañas antiguas, y lenguajes desconocidos.
Durante la mañana café, durante la tarde rojo y en la noche transparente. Así de simple mi piel absorbía todo, así de simple mis poros se abrían como ojos de caracol, así de simple deje todo por nuevas sensaciones.
Ahora es como si mi piel hubiera soñado todo.

Hipiocampo en las calles.

Cuando el hipocampo sale a las calles, se pierde entre el caminar de la gente pap paso pap.
A veces no entiende como fue que la gente pudo haber olvidado que ellos también eran hipocampos, como pudieron haber cambiado las ropas por todos esos colores tornasol.
Cuando el hipocampo sale a las calles.

La gente se mueve

Tras el movimiento de mis pies por la ciudad...mi cabeza se mueve de un lado a otro, mí mirada se queda admirada, ante el movimiento de la gente... ¿por que será que siempre le encuentro un ritmo, forma e historia?...el sonido típico citadino, las voces al vació entre los edificios. Todo se convierte en una gran coreografía, yo me hago pequeño y quedo admirado. Me muero por ser parte de esa coreografía universal, por bailar la canción del viento.